Vivir consiste en construir futuros recuerdos (Ernesto Sábato)
Recordar consiste en construir pasadas vivencias (Josef Manwell)

sábado, 27 de marzo de 2010

Carta a Célestin

Querido amigo Célestin:

Te escribo desde esta, cada vez más, lejana Acoro, para justificar a los chicos por el abandono de la correspondencia. Como habrás podido comprobar por sus esporádicas epístolas, la comunicación con Vence ha disminuido considerablemente y mi esfuerzo por animarles es asfixiado por la ingente cantidad de tareas que, mecánicamente, copian en sus inútiles cuadernos. Han cerrado la nueva escuela y los críos han sido trasladados al atrio de la iglesia, donde reciben la lección desde rígidos pupitres. Don Lino ha caído enfermo y en su lugar ha sido nombrado el alguacil, y como ayudante, el carcelero, que desde una tarima, fabricada con la madera de la censura, dirigen las desafinadas mentes.
La resignación y el tedio se apoderan de los alumnos, que no entienden por qué han de competir, en vez de cooperar, por qué almacenar datos en egoístas cerebros. Firmes se levantan cuando entra el maestro y sobre sus cabezas, como ave de rapiña, planean las palabras esfuerzo y sacrificio, cuya sombra es dolor y angustia. Su vocabulario cambió el respeto por el miedo y el amor por la obligación, pero se les promete poder, poder que sustenta el fracaso del compañero.
Como al alguacil no le satisfacía el jornal, las familias han de sufragar los gastos, misión que a algunas se les antoja imposible –sus hijos han sido los primeros en abandonar los estudios-.
Hoy he estado en la vieja Nueva Escuela, he visto como su periódico vuela en pavesas, la imprenta llora lágrimas negras, y en el armario, atrancado con una cruz, se pudre la modernidad.
Te echa de menos, tu amigo Josef Manwell.

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